Desde tiempos a esta parte vamos camino de nada

Quiero compartir esta entrada del blog "Espacios de reflexión sobre servicios sociales y política social", de nuestro colega Joaquín Santos Martí, que suelo seguir. Comienza así...


vía Espacio de reflexión sobre servicios sociales y política social de Joaquín Santos Martí el 18/05/12

Una foto de Labordeta
Me viene a la mente este verso que cantaba Labordeta allá por los finales de la dictadura quizá porque el horizonte emocional en el que se mueve la sociedad actual tiene algo en común con en del tiempo en que se escribió la canción Aragón. Es decir la sensación de que hay mucho por hacer, que es muy difícil porque los poderosos no están por perder ni un ápice de sus privilegios y que hay que remar a contracorriente. Esta vez el dictador se llama "mercado" (pero detrás hay un buen grupo de privilegiados defendiendo sus intereses)

Tengo la sensación de que estamos a punto de acabar de perder mucho de lo conseguido en 40 años de lucha e ilusión. Y la sensación de que las medidas de política económica impuestas por los locos de la austeridad nos están llevando a la desaparición de nuestro modelo de convivencia.

Y me viene a la mente porque acabo de acabar de leer un libro que comentaré en una próxima entrada en el blog. Se trata de ¡Acabad ya con esta crisis! del premio nobel de economía Paul Krugman. Un tipo bien interesante y al que sigo en su blog, artículos y libros de divulgación.

Krugman lleva desde el principio de la crisis apostando por una política distinta a la que nos están imponiendo los que mandan en los países occidentales. Pero lo que me interesa destacar en esta entrada es que. según Krugman, las políticas de austeridad son un auténtico disparate. Responden a un dogma de fe del ultraliberalismo. Las gentes serias, como las llama Krugman, se han vuelto locas y desoyen las enseñanzas de la historia. Según Krugman el mundo occidental salió de una crisis semejante en el 29 y esta no es distinta. Se puede salir de la misma manera.

Para ello debemos desmontar las frases venenosas que nos inoculan diariamente. Una de las últimas y que ha calado con fuerza es "No estamos para gastos". Y se oye cada vez que un político pone en marcha un proyecto de gasto, aunque sea viable y tenga interés económico, social y estratégico. Por ejemplo al alcalde Belloch, el de Zaragoza, lo están poniendo de vuelta y media por intentar mantener vivo el proyecto de construir líneas de tranvía con este argumento. Hoy el proyecto da trabajo a mil trabajadores.

Nos están convenciendo de una tremenda mentira: hace falta ser austeros. Rebajando el gasto público no saldremos de la crisis, nos meteremos en ella cada vez más. Krugman argumenta que cada euro que se retira del gasto público genera una pérdida de ingresos del Estado en impuestos por la pérdida de creación de riqueza de 50 céntimos. El problema actual no es de gasto público. No es este el origen ni la causa de la crisis.

Hay que recordar que antes de la crisis teníamos superávit del Estado. No se gastaba a manos llenas. Se gastaba lo que se podía gastar. Hay que recordar que teníamos y tenemos un gran diferencial en gasto social con los países centrales de Europa a los que nos queremos parecer. Hay que recordar que tenemos un diferencial de presión fiscal con esos mismos países. El problema ha sido el de la deuda privada, la imprudencia bancaria, el injusto sistema impositivo y la búsqueda sin límites del beneficio financiero.

Krugman recuerda que occidente creyó superada la crisis allá por mitad de 2010. Si hacemos un esfuerzo recordaremos que la economía había vuelto a crecer un poco, se hablaba de brotes verdes. Rápidamente las personas serias comenzaron a decir que había un serio riesgo de  inflación. Para ilustrar la causa del comienzo de la actual vuelta a la recesión usa unas frases de Jean Claud Trichet, presidente hasta hace poco del BCE, en junio de 2010.
"- En lo que respecta a la economía, la idea de que las medidas de austeridad podrían causar un estancamiento es incorrecta.
- (entrevistador) ¿Incorrecta?
- Sí, de hecho, en estas circunstancias, todo lo que ayuda a incrementar la confianza de las familias, empresas e inversores en la sostenibilidad de las finanzas públicas es bueno para la consolidación del crecimiento y la creación de empleo"

Esta fe en que el recorte de gasto público traería consigo crecimiento y empleo se impuso. Llevamos dos años viviendo bajo este dogma ideológico. Dos años más tarde casi sólo Alemania se libra de la recesión, El fracaso de estas políticas es evidente y sin embargo las políticas siguen siendo las mismas. Si seguimos perseverando por ese camino vamos camino de nada.

No es la canción a la que aludo en el título de esta entrada, pero os dejo un video con una canción  cuyo contenido me parece más apropiado para encarar el momento actual: Vamos a hacer con el futuro un canto a la esperanza.

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