Declaración de Zaragoza

 
DECLARACIÓN DE ZARAGOZA.

12 de Mayo de 2012
LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE TRABAJO SOCIAL Y SALUD
ANTE EL NUEVO DECRETO SANITARIO


Los recientes recortes que se están realizando en aspectos esenciales para el bienestar de las personas (sanidad, educación, servicios sociales,…) van a generar mayor vulnerabilidad social, lo que se traducirá inevitablemente en un empeoramiento de la salud general y en una disminución de la calidad de los diferentes Sistemas Públicos.

La crisis económica ha promovido la adopción de políticas de austeridad que afectan a la provisión pública de los servicios de salud. Los denominados recortes sanitarios pueden generar inequidades e injusticias si no consiguen tratar necesidades iguales de la misma manera.


Es por ello importante hacer explícitos y públicos los criterios que constituyen las políticas de racionalización y evaluar las consecuencias de las mismas en indicadores de salud.

La puerta de entrada al copago supone que las familias tendrán que empezar a capitalizar parte de sus ingresos para poder hacer frente a los futuros gastos sanitarios, ya sea través de mutuas o del
ahorro. Esto supone la pérdida del derecho al acceso universal a la sanidad pública por parte de la ciudadanía.

Los colectivos con mayores factores de riesgo sanitario y social ven coartada la accesibilidad y se reduce sustancialmente la cartera de prestaciones básicas. Como ejemplo, quedarán fuera de
atención la población joven mayor de 26 años, o las personas con discapacidad menor del 65%, o  los inmigrantes. Además las reducciones tendrán repercusión en prestaciones básicas para los
enfermos crónicos, como es el seguimiento, el tratamiento, la prevención secundaria, el transporte no urgente, o  el material ortoprotésico.

El hecho de que existan personas que no  tengan derecho a la asistencia sanitaria, dificulta la posibilidad de poder detectar y tratar enfermedades infecciosas y que estas puedan aparecer en
personas sanas con posibles efectos en la Salud Pública.

Las  condiciones del  copago de la medicación para enfermos crónicos pueden generar problemas de acceso o adherencia a sus tratamientos.

No es lo mismo evitar la duplicidad de pruebas diagnósticas en un mismo paciente que negarle el acceso a esta prueba o dilatarla en el tiempo. Esto puede suponer que la persona llegue mas enferma al sistema y necesite más recursos sanitarios y sociales. Todo ello generaría sufrimiento y malestar evitable.

Toda esta situación no supondrá un ahorro en el Sistema Sanitario sino que, a medio y largo plazo generará un gasto mucho mayor, porque se eliminan funciones de promoción y prevención y porque se agrava sensiblemente la salud de la ciudadanía. A esto se suma la desaparición de la partida presupuestaria de la Ley de la Dependencia para el 2012, lo  que supone  dejar sin  recursos de cuidados a las personas con dependencia y volver a la invisibilidad y la precariedad en el cuidado así como a la precariedad del trabajo de los cuidadores profesionales, lo que podrá repercutir en el sistema sanitario público.

Las consecuencias sanitarias de separación entre lo público y lo privado suponen una descapitalización del sector público y la promoción de servicios privados que se centraran en cubrir aquellas patologías más rentables rompiendo el consenso de discriminación positiva para aquellos enfermos con patologías raras y complejas.

Existen multitud de estudios que demuestran que la salud de la población es mejor en sociedades igualitarias y por lo tanto las políticas sanitarias  tendrían que continuar orientándose a corregir estas desigualdades.

Como Asociación Española de Trabajo Social y Salud manifestamos nuestro rechazo a todas las medidas referentes a limitar la accesibilidad al Sistema Sanitario Público, así como el abandono de la universalidad de la atención sanitaria por un Sistema de Aseguramiento. 

Asociación Española de Trabajo Social y Salud


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