4/5/16

Renta Social Garantizada en Baleares

Hoy os traigo una muy buena noticia. Puede que no sea la propuesta ideal, pero sí que supone un primer paso para sentar las bases de lo que debe ser asumir la responsabilidad de los poderes públicos para cubrir las necesidades básicas de la ciudadanía cuando las circunstancias socio-económicas son adversas. Hablo de la, tan esperada, aprobación de la Renta Social Garantizada.

El Parlamento balear ha aprobado la Ley 5/2016 de Renta Social Garantizada, generando así un nuevo derecho de ciudadanía. Se puede consultar el texto completo de la ley en el BOIB núm. 47 de día 14 de abril

Fuente: http://www.caib.es/govern/sac/fitxa.do?codi=2591492&coduo=3349&lang=ca

Esta prestación mensual está destinada a cubrir las necesidades básicas de las familias sin ingresos y se implantará de forma progresiva, comenzando este año 2016 por las familias sin ningún tipo de ingreso económico y con hijos a cargo, ampliándose en futuros ejercicios a otros perfiles.

La dotación presupuestaria para este primer ejercicio se eleva hasta los 20 millones de euros, teniendo una previsión inicial de llegar a unas 3000 familias, con un total de entre 9000 y 12000 personas beneficiadas.

La cuantía mensual se establece entre los 428 y los 776 € mensuales, en función del número de miembros que conforman el núcleo de convivencia.

Los requisitos para poderla solicitar son:
- No tener ingresos económicos
- Tener un menor de edad a cargo
- Estar empadronado/a en cualquier municipio de Baleares
- Residencia mínima de 3 años en Baleares
- No tener derecho a otras prestaciones públicas

Se contemplan como ingresos no computables los siguientes:
- Las ayudas puntuales de emergencia
- Las becas de escuela infantil y de comedor
- Las becas de formación para personas adultas
- Las ayudas por hijos/as a cargo
- Las ayudas de alquiler
- Las ayudas económicas del sistema de atención a la dependencia
- Las ayudas para acogimientos familiares

A mi entender deberían ser también no computables las pensiones por alimentos establecidos por sentencia judicial en los casos de separación conyugal.

Las solicitudes ya se pueden presentar en cualquier oficina de registro de la Comunidad Autónoma, en los Ayuntamientos o en los Consells Insulars. El modelo de solicitud se puede descargar desde la web que el Govern Balear ha habilitado para facilitar toda la información sobre esta prestación:

rendasocial.caib.es

Buena iniciativa pero ¿es suficiente?

En todo momento los responsables políticos han presentado este nuevo derecho social como una prestación económica que solo tiene como objetivo garantizar unos ingresos mínimos para poder cubrir las necesidades básicas. Es decir, no se trata de una prestación que tenga como objetivo la reinserción social de las personas excluidas o en proceso de exclusión social o la inserción laboral, pues para esas finalidades ya existen otro tipo de prestaciones que no desaparecen. En definitiva, se dirige a personas con falta de recursos económicos, no con problemas de exclusión.

En mi opinión, la iniciativa es muy interesante y desde luego más que necesaria. Creo que se tendrían que haber hecho más esfuerzos para haberla tenido operativa desde principios de este mismo año, aunque me consta que las dificultades para su aprobación no han sido pocas.

Considero que las cantidades planteadas podrían estar bien como un primer punto de partida, pero es evidente que una persona no es capaz de cubrir sus necesidades básicas con 428 €, por muchas estrategias de ahorro que pueda desarrollar. Pero, como punto de partida debería suponer la base sobre la que ir cimentando un verdadero sistema de protección social que garantice unos ingresos mínimos. Digo esto porque los y las profesionales del Trabajo Social nos encontramos a diario con muchas personas que no están "pasando una mala racha", sino que realmente "han quedado tiradas en la cuneta", abandonadas por los poderes públicos (al menos hasta ahora en Baleares).

Me preocupa el enfoque que tiene la ley, ya que en todo momento hace referencia a "núcleos familiares". Tal vez hubiera sido más acertado hacer referencia a "núcleos de convivencia", pues no podemos perder de vista que los hogares actuales se han transformado mucho durante las últimas décadas, haciendose sistema mucho más complejos que lo que conocemos como un núcleo familiar (progenitores separados, familias reagrupadas, grupos de convivencia sin relación familiar,...)

Puede que este planteamiento haga emerger algunas dificultades para su aplicación efectiva. Por ejemplo, el enfoque centrado en el núcleo familiar lleva a establecer una obligatoriedad de autorización para la comprobación de datos que ha de firmar el progenitor no solicitante. Es de suponer que si los progenitores viven en el mismo núcleo, no habrá problema. Pero ¿qué ocurrirá en los casos en los que progenitores estén separados? ¿Se utilizará como "arma" este requerimiento de firma cuando solicite esta prestación el otro progenitor? ¿Se podrá llegar a bloquear el acceso al derecho de la prestación por este motivo?, porque esto sería realmente injusto.

En cualquier caso, creo que es una acción muy positiva, que ayudará a muchas personas para poder cubrir buena parte de sus necesidades. Me parece que también es muy importante, porque la aprobación de esta ley supone recuperar la obligación de los poderes públicos de acudir al rescate de la ciudadanía cuando sufre condiciones adversas. Y espero que sea el primer paso para llegar a tener un verdadero sistema de protección social que garantice que las personas no queden tiradas en la cuneta.

Enlaces de interés:
- BOIB.  Ley 5/2016 de renta social garantizada
- Díptico informativo
- Web de la renta social garantizada


20/4/16

Los papeles de Panamá

Escribo bastante cargado de indignación desde que se levantara el escándalo de lo que se ha venido llamando los papeles de Panamá. Un trabajo de investigación impresionante que podemos conocer, entre otras cosas, gracias al esfuerzo de mucho tiempo desarrollado desde el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

La verdad es que no sé qué es lo que más me escandaliza, si el propio hecho de que existan los paraísos fiscales, si el hecho de que haya sido una práctica habitual durante los últimos 30 años, si el hecho de que la información que estamos conociendo sólo se corresponde con una sola oficina mediadora de tantas existentes en tantos paraísos fiscales, o el hecho de que todo esto pueda ser legal.

Creo que, desde que comenzó a ganar protagonismo la economía especulativa frente a la economía productiva, el insaciable sistema capitalista está demostrando que puede llegar a devorarse a sí mismo, porque con semejantes fondos de acumulación de capital fuera de los circuitos oficiales del dinero, lo único que se consigue es acabar paralizando la economía mundial.

- ¿Me indigna que las personas ganen dinero? NO
- ¿Me indigna que las personas intenten proteger lo mejor posible el dinero que ganan? NO

Entonces, qué es lo que tanto me indigna de toda esta información:

- Me indigna que existan los paraísos fiscales
- Me indigna que existan asesores e intermediarios recomendando prácticas de dudosa legalidad
- Me indigna que se diga que esto ha sido siempre lo más habitual y lo que siempre se recomendaba
- Me indigna que las personas que recurren a estas prácticas no sean coherentes con algunos de sus discursos públicos
- Me indigna que estas personas, en muchos de los casos, representen a supuestos modelos a seguir del mundo empresarial, político, social, deportivo, cultural, artístico, literario,...
- Me indigna que estas personas, en muchos de los casos, sean los referentes en los que se han apoyado nuestros gobiernos para generar opinión pública.
- Me indigna que estas personas, en muchos de los casos, tengan la desfachatez de decirnos que tenemos que "ajustarnos el cinturón"
- Me indigna que estas personas, en muchos de los casos, quieran hacernos creer que la única forma de dinamizar un mercado laboral es bajando los salarios de los y las trabajadoras
- Me indigna que estas personas, en muchos de los casos, aseguren que el Estado del Bienestar es insostenible
- Me indigna que estas personas, en muchos de los casos, digan que las prestaciones sociales deben ser para quienes se las ganen
- Me indigna que estas personas, en muchos de los casos, defiendan que hay que poner límite al gasto social porque no hay dinero para todos

Estamos asistiendo al gran destape de un funcionamiento económico que, puede que sea legal, pero en ningún caso puede ser lícito desde un punto de vista ético y moral.

Durante muchos años, se han amparado en la penumbra que podía ofrecer la falta de medios para la transmisión de la información. Pero el gran avance tecnológico que ha venido desarrollando en los últimos años, nos está permitiendo a la ciudadanía poder conocer mucha información que ahora ya no es tan fácil ocultar. Y esto, pone muy nerviosas a muchas personas.

En resumen, creo que esto es una de las muestras más claras y evidentes de esa gran maquinaria invisible que está detrás de los gobiernos de muchos países y que anteponen las "necesidades ficticias de los mercados" frente a las "necesidades reales de las personas".

8/4/16

Por el Derecho a la Educación

Hoy viernes día 8 de abril, colaboro dinamizando un Cineforum sobre "El Derecho a la Educación", en el que se proyectará la fantástica película "Camino a la escuela".
Anímate a participar!

Dia: 08/04/2016
Hora: 18,15 h
Lugar: Biblioteca Pública de Maó
Entrada gratuita



15/3/16

Por la dignidad de las personas

Hoy se celebra el Día Internacional del Trabajo Social, como reconocimiento de una profesión que lucha por los derechos humanos, la justicia social y el bienestar de las personas, familias, grupos y comunidad.

Como todos los terceros martes del mes de marzo, desde el año 2008, es un día que nos permite reflexionar especialmente sobre nuestro papel en la sociedad actual. Papel que, cada vez, nos resulta más difícil desempeñar tras los continuos y profundos ataques que hemos sufrido contra nuestra profesión en los últimos años.

Desde que comenzara la brutal crisis que estamos viviendo, comenzaron a alzarse diferentes voces que propugnaban que había que "racionalizar" el gasto público. Teniendo como base esta premisa, se han llevado a cabo diferentes iniciativas que han tenido como principal objetivo racionalizar lo que se denomina como gasto social (a mí me gusta más hablar de inversión social).

Con la excusa de ahorrar costes en lo social, muchas administraciones públicas han ido delegando la intervención social en aquellas entidades que hacen una atención directa y, en la más básico, a millones de personas que han visto cómo se ha reducido su propia capacidad de poder cubrir hasta sus necesidades más básicas.

Debemos reconocer la gran labor que han realizado muchas organizaciones sociales como pueden ser Cruz Roja, Cáritas,... y tantas otras entidades más o menos grandes, más o menos conocidas, mejor o peor financiadas, incluso algunas creadas de forma voluntaria por personas con una clara sensibilidad social y un amplio de sentido de solidaridad. Pero, detrás de esta gran oleada de solidaridad, se esconde la gran irresponsabilidad de esos poderes públicos que tienen la responsabilidad de cubrir las necesidades de la ciudadanía y de garantizar su bienestar. La dejación de las instituciones públicas, argumentándose muchas veces con la consabida frase de "no hay presupuesto", es del todo intolerable, porque hay crisis que no pueden evitarse (por son a escala global), pero la respuesta que se da a las situaciones de crisis sí que pueden mejorarse, poniendo en el centro de las respuestas y las actuaciones los intereses de las personas, frente a otros intereses como los económicos o los financieros.

Pero no se trata sólo de poner dinero encima de la mesa. El problema es mucho más profundo, puesto que detrás lo que opera es un cambio de paradigma, un cambio de modelo, pasando de las intervenciones basadas en derechos sociales a actuaciones basadas en caridad y beneficencia (términos éstos que creíamos desterrados en la sociedad española).

Dar respuesta a situaciones de necesidad o de dificultad de las personas para poder salir por sus propios medios de estas situaciones. Depender de la buena voluntad de otras personas o de entidades sociales para saber si vas a comer hoy. No tener garantizado un acceso a los recursos y prestaciones sociales públicas, porque dependen de que haya o no presupuesto. Todo esto, es un ataque a la dignidad de las personas, que deben "limosnear" pidiendo ayuda.

Y aquí está la clave de esta entrada de hoy. Si las políticas sociales no se basan en derechos sociales garantizados, no estamos respetando la dignidad de las personas. Así adquiere sentido el que ha sido tema central de este bienio en la celebración de este día mundial del Trabajo Social: "Derechos sociales por la dignidad".

Los nuevos gobiernos autonómicos y locales tiene la gran oportunidad de dar un importante vuelco a esta situación, retornando a una intervención social basada en un enfoque de derechos.

Por cierto, hoy os escribo desde Madrid, porque mañana da comienzo el 6º Congreso del Trabajo Social de Madrid, al que voy a asistir como congresista y representando al Colegio de Trabajo Social de Baleares. La verdad es que promete mucho, el programa es muy interesante. Si queréis estar al tanto de lo que vaya ocurriendo, podéis seguirme en mis redes sociales, por las cuales procuraré ir dando cuenta de lo más relevante.

1/3/16

Informe DEC 2015: "Derechos de papel"

Hoy es el Día de las Islas Baleares y, en este marco festivo, se suelen celebrar numerosos actos conmemorativos, tanto institucionales como culturales, gastronómicos, de ocio, infantiles, etc. Sin embargo, no suele ser habitual que se haga una análisis de la situación social en la que se encuentra nuestra comunidad autónoma. Por eso, me gustaría aprovechar para hacer un breve análisis del estado social de las Illes Balears.

Para ello, pretendo hacer un resumen de los datos que, a mi entender, pueden ser más destacables del Informe del Índice DEC de 2015, elaborado como siempre por nuestras compañeras y compañeros de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, desde hace 4 años. Os invito a que leáis el informe completo accediendo al enlace anterior.

El Índice DEC aborda tres aspectos esenciales en el desarrollo del Sistema Público de Servicios Sociales:

  • D. de derechos y decisión política
  • E. de relevancia económica
  • C. de cobertura de servicios

Un año más, los autores del Informe DEC constatan la dificultad para poder contar con datos actualizados sobre la cobertura real de servicios y prestaciones. Por este motivo, no han podido evaluar si el ligero incremento en el gasto (+ 0'60%) que se ha producido desde el año 2014 se ha trasladado a una mejor cobertura de los servicios.

Las principales conclusiones del Informe DEC 2015, sobre el Sistema Público de Servicios Sociales son:

  1. Un desarrollo débil
  2. Extraordinaria disparidad en la configuración del Sistema y en la cobertura de prestaciones y servicios entre unas y otras Comunidades
  3. Derechos de papel y cobertura sin garantía
  4. El desarrollo de los Servicios Sociales es resultados de formas de organización y gestión eficientes y no solo de un mayor esfuerzo económico.
  5. En 2013 se llegó al suelo de gasto en Servicios Sociales
  6. Siguen existiendo extraordinarios déficit de información en materia de Servicios Sociales
    • Inexistencia de datos
    • Retraso en la información
    • Responsabilidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

Entrando a analizar la situación específica de Baleares, vemos que se mantiene estable en un pobre puesto número 11 en la calificación autonómica, con una calificación global débil de 3,85 puntos.

Destacan los autores un importante desequilibrio entre los derechos sociales reconocidos en la Ley Balear de Servicios Sociales y el Catálogo que la desarrolla (área en la que se alcanza la Excelencia), y la cobertura efectiva y real mediante el desarrollo de prestaciones y servicios. La ratio de Baleares en este ámbito es tan mala, que sólo es superada por Cataluña. Denominan a este desequilibrio "derechos de papel".

Se hace también una referencia al muy alto desequilibrio entre la relación entre gasto y cobertura, aunque anotan que puede deberse a la dificultad de la adecuada consolidación del gasto por tratarse de una comunidad que cuenta con una notable descentralización a través de las competencias que asumen los Consells Insulars y los municipios.

Me parece importante insistir en la idea de los "derechos de papel", tal y como la explican los propios autores del informe y su representación gráfica:

"Derechos de papel" es la fórmula con la que podemos calificar la situación de los Servicios Sociales en Cataluña, Baleares y Aragón. En estas tres Comunidades el ratio (cociente) entre la puntuación que obtienen en materia de Derechos y decisión política y la que puntúa su cobertura de prestaciones y servicios es superior a 1,25 puntos, es decir, existe una gran desproporción entre los derechos que reconocen sus leyes de Servicios Sociales y que concretan en sus Catálogos, y la cobertura real de prestaciones y servicios que deberían plasmar".


En cuanto al esfuerzo económico de Baleares en gasto social, podemos observar cómo se ha recuperado prácticamente los mismos niveles del año 2011, tras una bajada en el año 2012. Aún así, el esfuerzo económico de Baleares en gasto social por habitante, se mantiene casi un 22% por debajo de la media estatal (242,45 € por habitante, frente a 309,28 €), suponiendo un 1,03% del PIB balear frente al 1,38% de la media estatal.

En lo referente al apartado de Cobertura de servicios y prestaciones, se analizan 16 indicadores. En el año 2015, las Islas Baleares se han situado mejor que la media estatal en 6 indicadores, mientras que en 10 indicadores estamos por debajo. También se concluye que 6 indicadores mejoran respecto al ejercicio anterior, 7 empeoran y sobre 3 indicadores no constan datos de años anteriores para comparar.

El informe brinda una serie de Recomendaciones que los poderes públicos deberían seguir para mantener y mejorar los resultados obtenidos en este análisis:

  1. Incremento del gasto en Servicios Sociales para acercarse a la media estatal, lo que implicaría un incremento de 75 millones de euros anuales.
  2. Avanzar en la aplicación de la Ley de Dependencia. Se debe mejorar la cobertura que actualmente sólo alcanza al 5'7% de las personas potencialmente dependientes, mejorando las plazas residenciales de financiación pública y la cobertura del servicio de ayuda a domicilio, refuerzo de servicios que podría tener unos efectos muy positivos sobre el empleo en la comunidad.
  3. Incrementar la extensión y la cuantía de la Rentas Mínimas de Inserción, a fin de igualarse con la media de cobertura estatal y evitar la exclusión social de las personas más afectadas por la crisis y el paro.

Otra recomendación que me atrevo a hacer desde mi experiencia personal, sería exigir un compromiso claro y decidido de los responsables políticos de Baleares para que diseñen, pongan en funcionamiento y garanticen su continuidad de futuro, de sistema de recopilación sobre indicadores sociales en las Islas Baleares, haciendo el correspondiente desglose de datos por islas y por municipios, para conocer con mayor exactitud la cobertura de las necesidades sociales de la ciudadanía balear.

Quiero finalizar agradeciendo a los compañeros y las compañeras que elaboran cada año el Informe DEC (en este caso a Gustavo García, Luis Barriga, Jose Manuel Ramírez, Arantza Zubiría y Laura Velasco), por su gran aportación a facilitar el conocimiento del estado de situación del Sistema Público de Servicios Sociales de nuestro país, en una valiosísima comparativa por comunidades autónomas. Considero que estos es algo absolutamente necesario para conocer el alcance de lo que hacemos y poder redirigir las políticas sociales que debemos llevar a cabo.



15/2/16

Visita a domicilio... ni a favor, ni en contra!

Al hilo de las recientes entradas publicadas por dos colegas de la BlogoTSfera, sobre las famosas Visitas a Domicilio que suelen caracterizarnos a los y las trabajadoras sociales, me aventuro a afrontar el reto de un tercer colega (Migue Sinele) de la BlogoTSfera, que nos retaba a hacer una entrada del tipo "ni lo uno, ni lo otro".

Así pues, comenzó Belén Navarro con su entrada "Contra la visita domiciliaria", en la que se ha cuestionado principalmente la importancia de que las visitas a domicilio (como todas nuestras actuaciones) estén siempre sustentadas sobre el principio de la intencionalidad (toda acción debe estar intencionalmente dirigida a transformar la realidad social, desde una perspectiva humana y liberadora). Seguidamente, cuestiona el hecho de considerar la visita a domicilio como una "técnica", cuando en realidad es más bien una "herramienta". Y, por último, cuestiona si la visita a domicilio es una de las herramientas de diferenciación profesional del Trabajo Social, sin olvidarse algunas recomendaciones sobre la necesidad de "avisar" que se va a realizar la visita o de "avisar-de-que-no-avisamos" (os recomiendo que os leáis su entrada para entender todo este embrollo).

Viene después Nacho Santás a defender la visita a domicilio "a capa y espada" en su entrada "A favor de la visita a domicilio", en la que coincide con Belén en varios de sus argumentos como: que tienen que responder a una intencionalidad ("conocer para transformar") o que "ir por ir" es idiotas, así como la importancia de avisar previamente (salvo en casos en los que puede estar en riesgo la protección de una persona). Tras hacer algunas reflexiones sobre cómo deberían ser las visitas a domicilio, acaba defendiendo que, si no es una herramienta "exclusiva" del Trabajo Social, sí que es una herramienta "genuina" de nuestra profesión.

En mi análisis, partiré de la gran importancia que doy a este debate por el propio hecho de hacernos reflexionar sobre nuestra práctica profesional cotidiana. Estos dos grandes referentes de la profesión tienen el coraje de decir en voz alta muchas cosas que todas y todos podemos pensar en algún momento, pero que no nos atrevemos a manifestar por aquello de lo considerado como "trabajosocialmente correcto". La única forma de poder avanzar y evolucionar, es hacernos estos cuestionamientos y recordarnos la esencia de una profesión como la nuestra que tanta veces vemos cómo es vapuleada y desvalorizada por corrientes de pensamiento que consideran que el Trabajo Social lo puede hacer cualquier, tan solo con "buena voluntad". Pues no, es una profesión que requiere de muchos conocimientos y habilidades para poder ejercerla de forma adecuada y beneficiosa para las personas y las comunidades con las trabajamos para conseguir mayores niveles de bienestar.

Dicho esto, a mí me parece que la visita a domicilio que hacemos desde el Trabajo Social tiene finalidades muy claras, en sí misma. Otra cosa es que seamos más o menos conscientes de ello en el momento de realizarlas. Vamos, que no deberíamos caer en las visitas "rutinarias" tal y como aparece en alguno de los comentarios a la entrada de Belén, pues entonces las automatizamos y perdemos de vista la finalidad última de las visitas. Tampoco creo que tengamos que hacer siempre visitas a domicilio, habrá casos en los que será relevante y otros en los que no tendrá ninguna importancia la situación de la vivienda. Considero que, como cualquier otra herramienta, debe ser utilizada cuando es el mejor medio de conocer o transformar alguna situación determinada. Y, por supuesto, que tenemos que ser escrupulosamente respetuosos con nuestra actitud hacia las personas en las visitas a domicilio. No podemos "invadir" ese espacio tan íntimo y que ofrece tanta seguridad personal. Mostremos tanto respeto como el que les exigimos a las personas cuando vienen a nuestro despacho.

En una especie de clasificación sobre la finalidad de la visita, me atrevo a decir que haría dos grandes grupos:

- Visita de valoración: nos permite conocer el espacio vital de la persona/familia, valorar las condiciones de habitabilidad, higiene, seguridad, amplitud del espacio, luminosidad, barreras arquitectónicas, condiciones del entorno y del barrio, etc. También nos permite observar la interacción entre las personas que conforman el grupo de convivencia en su propio espacio. Todos estos datos, nos pueden dar mucha información sobre las necesidades (tanto materiales como emocionales) que pueden tener estas personas y, muchas veces, sobre algunas dificultades para poder satisfacer esas necesidades de forma adecuada.

- Visita de intervención: tras haber valorado la situación de las personas atendidas, realizar intervenciones en el domicilio nos puede ser muy útil para introducir aquellos cambios que nos ayuden a alcanzar los objetivos propuestos y que estén relacionados con la vivienda como obstáculo para conseguirlo.

Sin embargo, esta clasificación a mí me genera ciertas dudas, porque muchas veces pienso que la visita a domicilio como tal solo lo es la primera, la de valoración, porque las del segundo tipo, creo que son intervenciones en el domicilio. Desde este punto de vista, adquiere sentido considerar la visita a domicilio como una herramienta genuina del Trabajo Social, porque otras profesiones no van al domicilio para valorar estos aspectos. Por ejemplo, en la visita médica, el doctor acude para valorar el estado de salud de la persona visitada (aunque en un momento dado, pueda hacer alguna observación sobre las condiciones de la vivienda que pueden interferir en la recuperación de la salud, pero lo más probable es que lo comunique al trabajador social para que intervenga sobre dicha situación si las personas no pueden cambiarlas por sus propios medios).

Creo que lo que es específico de nuestra profesión no es la herramienta en sí, "la visita a domicilio", sino que es todo lo que tiene que ver con el "contenido"  de lo que sería la "VISITA SOCIAL A DOMICILIO". Es decir, todo aquello relacionado con la vivienda como medio que facilita o dificulta la cobertura y satisfacción de las necesidades personales y/o grupales de los miembros que conviven en un mismo domicilio.

En este sentido, me surge una nueva diferencia entre las visitas relacionadas directamente con nuestro objeto de intervención (por ejemplo, valoración de las condiciones del domicilio y de la situación de autonomía de una persona, para determinar la conveniencia de un servicio de ayuda a domicilio), frente a aquellas otras visitas que realizamos por la imposibilidad o dificultad de la persona para desplazarse a nuestro despacho. En este último caso, estaríamos haciendo una "entrevista" en el domicilio, que a mi entender no es lo mismo que la visita a domicilio como tal. Intervenciones en el domicilio se puede realizar de muy diversa índole (entrevista informativa, acompañamiento, ayuda en el cuidado personal,...) y aquí es donde entrar otras profesiones, pero la intervención social sobre la vivienda es propia del Trabajo Social.

Para acabar esta entrada que se está alargando, dejo entrever otro debate que podría ser muy interesante, porque si os fijáis bien, han aparecido diversas formas de llamar a la casa, como son domicilio, vivienda, hogar,... ¿A qué nos referimos cuando usamos cada una de estas expresiones? ¿Tenemos claras las diferencias entre ellas? ¿O son lo mismo? ¿Por qué nuestra herramienta se llama "visita a domicilio" y no "visita al hogar"? Si alguien se anima a seguir el debate, con alguna nueva entrada al respecto (para los blogueros) o a través de los comentarios para cualquier persona que quiera aportar su visión.


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